Café y longevidad

Nuevas evidencias relacionan el consumo habitual de café con un menor riesgo de fragilidad en la vejez

Beber café de forma regular podría convertirse en un aliado clave para mantener la vitalidad con el paso de los años. Así lo sugiere un reciente estudio europeo que explora la relación entre el consumo de café y la aparición de fragilidad asociada al envejecimiento.

La investigación, publicada en la European Journal of Nutrition y financiada por el Instituto de Información Científica sobre el Café, ha analizado el impacto del café en varios indicadores de salud física en personas mayores. Los resultados apuntan a que tomar entre 4 y 6 tazas diarias de 125 ml se asocia con mejor movilidad, mayor fuerza muscular y menor deterioro funcional con la edad.

Los antioxidantes del café, una posible clave

El café no solo es una fuente de cafeína: también contiene antioxidantes como los polifenoles y los ácidos clorogénicos, sustancias que combaten el estrés oxidativo, uno de los factores implicados en el deterioro celular.

Estos compuestos podrían desempeñar un papel relevante en la prevención de la inflamación, el mantenimiento de la masa muscular y la mejora de la función metabólica, factores directamente vinculados a una mejor calidad de vida en edades avanzadas.

¿Cuánto café es demasiado?

Según las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, una ingesta de hasta 400 mg de cafeína al día —equivalente a entre 3 y 5 tazas estándar— se considera segura para adultos sanos. Este umbral encaja con las cantidades observadas en el estudio como potencialmente beneficiosas frente al desarrollo de fragilidad.

Lejos de los mitos que lo rodean, el café, consumido con moderación, no solo no representa un riesgo para personas con hipertensión controlada, sino que podría contribuir a mejorar ciertos aspectos de la salud cardiovascular. Así lo apuntan entidades como la Federación Española del Corazón, que no desaconsejan su consumo en estos casos.

Un hábito saludable dentro de un estilo de vida equilibrado

Aunque los resultados de este estudio respaldan los posibles beneficios del café en el proceso de envejecimiento, los investigadores insisten en que debe entenderse como una herramienta complementaria dentro de un estilo de vida saludable. Alimentación equilibrada, actividad física regular y seguimiento médico siguen siendo fundamentales.

El café podría ser algo más que un ritual matutino: también un pequeño gesto diario que, con el tiempo, suma salud.