Los relojes inteligentes podrían acabar con la próxima pandemia

Los relojes inteligentes de uso diario son extremadamente precisos para detectar infecciones virales mucho antes de que aparezcan los síntomas. Una investigación muestra cómo podrían ayudar a detener una pandemia incluso antes de que comience.
La detección temprana de una enfermedad es fundamental para prevenir su propagación, ya sea covid-19, gripe o un resfriado común. Sin embargo, muchas enfermedades son más contagiosas incluso antes de que las personas sepan que están enfermas. Las investigaciones muestran que un 44% de las infecciones por covid-19 se propagaron varios días antes de que la persona afectada presentara síntomas.

Investigadores de la Universidad Aalto (Finlandia) y la Universidad de Stanford y Texas A&M (Estados Unidos) publicaron este martes en la revista ‘PNAS Nexus’ un estudio que modela cómo los relojes inteligentes podrían proporcionar una forma simple y efectiva de minimizar drásticamente la propagación involuntaria de enfermedades en personas presintomáticas o asintomáticas.

«A diferencia de lo que ocurría durante la pandemia, ahora disponemos de datos concretos sobre cómo se desarrollan las pandemias y de la eficacia de las distintas medidas para frenar su propagación. Si a esto añadimos que la tecnología portátil es ahora extremadamente eficaz a la hora de detectar los primeros signos fisiológicos de la infección, estamos mucho mejor preparados«, según Märt Vesinurm, de la Universidad Aalto.

APLANAR LA CURVA

Numerosos estudios han demostrado la precisión de los dispositivos portátiles para reconocer los marcadores fisiológicos de diversas enfermedades varios días antes que la propia persona usuaria.

Por ejemplo, los relojes inteligentes de uso cotidiano pueden determinar con un 88% de precisión (a partir de la respiración, la frecuencia cardíaca, la temperatura de la piel y otros marcadores) si se está contagiando de covid-19. Y su precisión aumenta hasta el 90% con la gripe, afirma Vesinurm.

En promedio, las personas reducen el contacto social entre un 66% y un 90% desde el momento en que se dan cuenta de que están enfermas, incluso cuando no se encuentra en una situación de pandemia.

«Incluso en el extremo inferior del cumplimiento, si las personas reciben y actúan en consecuencia con una advertencia temprana mediante el autoaislamiento, el impacto es significativo”, recalca Vesinurm.

Este investigador añade: “Incluso una reducción de tan solo el 66-75% en los contactos sociales poco después de la detección mediante relojes inteligentes (teniendo en cuenta que eso es equivalente a lo que haría normalmente si tuviera síntomas de resfriado) puede llevar a una disminución del 40-65% en la transmisión de la enfermedad en comparación con alguien que se aísla desde el inicio de los síntomas«.

Redacción · Servimedia

Fotografía · Getty Images