El cajón de las cosas que no duelen

Quienes se hayan acercado este miércoles por la mañana a la tienda de Ikea en la madrileña calle de Goya se han encontrado con una estampa muy particular: la presentación de un libro, «El cajón de las cosas que no duelen» escrito por Nahir Gutiérrez e ilustrado por Iván Harón. Aunque esta imagen haya podido extrañar a los que desayunaban en su cafetería, todo tiene su por qué; y, es que, el protagonista de la historia no es otro que un armario muy especial: Robusto Ropero Picaporte. Se trata de un armario ropero (como dice su apellido) de alta gama que cuenta con unos compartimentos muy especiales en su interior, y que se tienen que adaptar al nuevo dueño cuando pasa de la habitación de los padres a la del niño afrontando una nueva situación inesperada: ejercer de «sherpa emocional, de guía», en palabras del ilustrador del texto Iván Harón.

Una metáfora donde el armario, en vez de contar con perchas y cajones (que también), alberga unos espacios muy particulares donde ir almacenando las distintas emociones: la alegría, la tristeza, la ira… Y como cada uno de nosotros, el armario de nuestra habitación necesita adaptarse a las necesidades de cada usuario a través una suerte de receptáculos ad hoc. Al igual que nos pasa a los adultos, «el armario que se cree perfecto se da cuenta de que no es tan perfecto» y necesita adaptarse al entorno que le rodea.

De este modo, Robusto y Simón, el niño protagonista de la historia, tienen que aprender el uno del otro. Mediante este relato, los padres tendrán el reto de explicar las distintas metáforas que tan bien plasma la autora con la palabra y el ilustrador con su pincel. Una pelota que Nahir Gutiérrez lanza al tejado de los progenitores porque -según sus propias palabras- todos «necesitamos ir actualizándonos», «nunca puedes decir yo estoy bien como estoy, la vida es un camino en el que hay que aprender; el armario somos todos».

En el caso del protagonista de la historia con la creación de ese «cajón de las cosas que no duelen», el nuevo espacio perfecto para colocar «las cosas que ya pasaron, las inevitables y las que no hemos tenido nada que ver con ellas» para poder «dormir a pata suelta», dice la autora.

A lo largo de estas páginas, los más pequeños (y los adultos que les acompañan en la lectura) aprenderán a gestionar ese «Diógenes emocional, un mal que también está en la edad adulta», así como a «identificar esas cosas que [los pequeños] tienen que dejar soltar». Los que hoy somos adultos cargamos con estas emociones pasadas y tenemos que buscar las herramientas en el exterior, pero «si ayudamos a los niños a identificar qué cuatro cosas tienen que gestionar, ganarán en tranquilidad y evitar la ansiedad en su vida futura«. De hecho, ella misma confiesa que aún tiene clavada la espina de no haber sido Mary Poppins en una actuación de teatro por estar en cama con paperas: una anécdota personal que debería estar en ese cajón de las cosas que no duelen y que encontramos plasmado en las páginas de su libro.

Un cuento que no tiene moraleja, dice Nahir, ya que «no hay emociones buenas ni malas, sólo tienen que estar equilibradas». Aunque, a renglón seguido, también matiza que la más ‘castigada’ en la historia es la ira: «una emoción desagradable para los demás ya que es la única de las emociones más duras de sobrellevar». En este sentido, Iván Harón destaca que «si no gestionamos la ira, se acaba enquistando»; «y se pudre por dentro», matiza Gutiérrez.

Un relato que, más que una historia para niños, es una guía para que quienes les lean estas páginas a los pequeños, les acompañen dando las pautas necesarias de educación emocional de cara a los adultos que están llamados a ser en el futuro. Porque, precisamente, este es otro de los objetivos del libro: que los adultos les lean (mucho) a los más pequeños. Parafraseando a Anna Gavalda: «la lectura siempre comienza en unas buenas rodillas», recuerda Nahir Gutiérrez quien busca desterrar para siempre «el mantra de que los jóvenes no leen».

Ismael Arranz (Madrid)

El cajón de las cosas que no duelen
Nahir Gutiérrez
Ilustraciones: Iván Harón

Destino Infantil & Juvenil, 2025
ISBN: 978-84-08-29791-8
48 págs.

Precio: 14,95 €
eBook: 7,99 €
© Asís G. Ayerbe

Nahir Gutiérrez

Nahir Gutiérrez nació en Asturias. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, ha trabajado como directora de comunicación en importantes editoriales, como Tusquets y Seix Barral. Debutó en 2009 en la literatura infantil, y con ¿Dónde está güelita Queta? fue galardonada con el prestigioso Premio Apel·les Mestres 2010.

© Ivan Harón

Iván Harón

Iván Harón es un ilustrador nacido en San Sebastián, pasó gran parte de su infancia en Burgos para posteriormente afincarse en Madrid. Tras licenciarse y trabajar en el mundo del marketing decidió liarse la manta a la cabeza y estudiar ilustración en la Escuela de Arte Número Diez, pasión que llevaba alimentando desde pequeño y que ocupaba gran parte de su tiempo.

Absoluto entusiasta de la ilustración le gusta desenvolverse en todo tipo de técnicas que van desde las acuarelas, tinta, lápices o un entorno digital donde emplear todo tipo de recursos.

Algunos de los clientes con los que he trabajado son Grupo Planeta, El Diario.es , Nórdica, Mueve tu lengua o Aedas entre otros.