Investigadores españoles han descubierto la formula que incita o frena las ganas de hacer deporte. Se trata de dos proteínas que activan el área del cerebro que controla el movimiento y que incitan a estar más activos, y que en las personas con obesidad se expresan con valores más bajos.
Los resultados del estudio, podrían servir de base para diseñar fármacos que predispongan al ejercicio para fabricar nuevos planes de entrenamiento personalizados.
Los investigadores han comprobado cómo el propio músculo regula el interés por el ejercicio a través de una vía que conecta el músculo y el cerebro, y que es una de las que determinan que cuando una persona hace ejercicio tenga el estimulo de hacer más.
El estudio ha desvelado que además de las proteínas que genera el músculo con el ejercicio, también evitan que las ganas de hacer ejercicio acaben perjudicando al propio organismo.
A parte de las dos proteínas, hay una tercera proteína implicada conocida como la “interleuquina 15”. Los investigadores han comprobado que esta proteína tiene un efecto directo sobre la parte de la corteza cerebral que controla el movimiento y su aumento funciona como una señal al cerebro para potenciar la actividad motora, lo que impulsa a los animales a estar más activos de forma voluntaria.
Los científicos han concluido que con el entrenamiento las ganas de hacer más ejercicio permanecen, y que incluso en animales con una dieta alta en grasas y obesidad al ejercicio constante mostró beneficios, mejorando su metabolismo y disminuyendo la tendencia a la diabetes y a la acumulación de grasa.
También, han señalado que la relación de estos hallazgos con la obesidad es fundamental, por lo que el ejercicio habitual se considera una estrategia efectiva tanto para su prevención como para su tratamiento.
Redacción (Agencias).