Este domingo 11 de agosto se cumplen 10 años de la muerte de Robin Williams, uno de los actores y comediantes más queridos de las últimas décadas. Actualmente se le recuerda por algunas de sus mejores actuaciones, por las que destacó con sus papeles en comedia y en drama.
Tras dejar la carrera de ciencias políticas, decidió introducirse en el mundo del cine y se instaló en la prestigiosa academia de interpretación Juilliard en Nueva York. Su primer gran papel fue en Mork & Mindy, una serie de televisión en la que interpretaba a un extraterrestre.
Su gran éxito le sumergió a la fama y el actor se lanzó al cine. Después de interpretar papeles de humor y comedia, Williams probó papeles más serios y arriesgados que hicieron que ganase el premio Oscar a Mejor actor de reparto en el año 1998, por su rol en Mente indomable.
A pesar de mostrarse alegre ante las cámaras, Robin Williams tuvo que luchar contra su adicción a las drogas y el alcohol. El propio actor contó que la presión de la fama lo llevó a empezar a consumir y pasó por rehabilitación numerosas veces.
Con tan solo 63 años, el actor fue encontrado muerto en su domicilio de California. Se determinó que la causa de su fallecimiento había sido un suicidio por asfixia. Unos días después, su mujer informó que el actor había sido diagnosticado de Parkinson unos años antes, algo que llevó a Robin a una depresión. También, el artista había sufrido pérdida de memoria, paranoias y ataques de ansiedad que lo alejaron de la actuación. Todas estas alteraciones no ayudaron a su salud mental y lo sumergió en una crisis que lo llevó a quitarse la vida.
Redacción (Agencias).