Su escultura se encuentra en la provincia de Pontevedra y, en su interior, guarda un secreto.
Se trata de la Virgen de la Roca, construida en el monte Sansón, en Baiona. La figura mide unos 15 metros de alto, pero al estar sobre un pedestal llega a alcanzar los 30 metros. No solo eso, sino que además se encuentra a 100 metros sobre el nivel del mar, por lo que desde lo más alto del monumento se pueden ver la ría de Vigo, las Islas Cíes y la Costa Atlántica.
Su origen se remonta a 1909, cuando se tomó la decisión de rendir homenaje a la Virgen del Rosario, patrona de los marineros. El diseño del monumento corre a cargo del arquitecto gallego Antonio Palacios, quien es conocido por ser autor también del Palacio de Comunicaciones de Madrid. Su principal material es el granito y la figura representa a la Virgen María de pie con un barco en una de las manos, simbolizando la guía y el auxilio a los marineros, mientras que en la otra sostiene una cruz.
En su interior guarda un secreto, para muchos, desconocido. La Virgen de la Roca tiene un mirador en la barca que sostiene en la mano. Para poder acceder a él, es necesario subir por unas escaleras que hay dentro de la propia figura. La entrada cuesta menos de dos euros y se puede visitar todo el año.
Redacción (Agencias).