Dos horas de concierto y durante cinco noches, los Pet Shop Boys levantó al público de sus asientos en la Royal Opera House de Londres.
Con un repertorio de 27 canciones y una escenografía con dos farolas que recordaban a “Cantando bajo la lluvia”, el dúo británico repasó cuatro décadas de grandes éxitos con un estilo teatral, pero, a la vez, discotequero.
Los Pet Shop Boys son conocidos por versionar canciones clásicas con un estilo totalmente único. Hicieron suyos temas como “Where the streets have no name” de U2 o “Can’t take my eyes off you” de Frankie Valli.
Uno de los momentos más emotivos llegó con la canción “Dancing Star”, cuando proyectaron imágenes de archivo del bailarín de ballet ruso Rudolf Nuréyev, quien falleció en 1993 por complicaciones derivadas del sida.
El dueto hizo un amago de finalizar el concierto, pero regresaron al escenario en el bis con el mismo vestuario de sus inicios. Antes de abandonar definitivamente el escenario quisieron terminar con un claro mensaje: “Y después de 40 años, seguimos siendo los Pet Shop Boys”.
Redacción (Agencias).