El mítico cabaret de París, el Moulin Rouge, ha celebrado la recuperación de las palas -que había perdido durante una tormenta– en una fiesta por todo lo alto.
Un grupo de 22 artistas ha salido a la plaza Blanche para interpretar el alegre baile, un mito del París de la Belle Epoque e inmortalizado por las obras de Toulouse-Lautrec y por el cine, ante una enorme expectación de cámaras y curiosos.
El director general del cabaret, Jean Victor Clerico, ha dicho que «el Molino es un símbolo de París, también de Montmartre, y ver las palas instaladas causa mucha emoción porque hemos trabajado mucho durante varios meses para poder llegar a la cita de los Juegos Olímpicos».
Las aspas cayeron sobre la calle el pasado 25 de abril durante una fuerte tormenta de viento. El accidente ocurrió durante la madrugada, algo que ayudó a que no hubiera víctimas. Este indecente dejó al famoso molino sin sus palas por primera vez en sus casi 135 años de historia. Ahora, tras unos meses de espera, el Moulin Rouge vuelve a tener su esencia, siendo uno de los símbolos de la noche parisina.
Esta previsto que el próximo día 15 de julio, la antorcha olímpica haga una parada simbólica frente a la fachada, por lo que el cabaret organizará una fiesta.
El Moulin Rouge, que cumple este año su 135 aniversario, ofrece dos funciones diarias y cuenta con 600.000 espectadores al año.