El tan esperado regreso de Jennifer Lopez a los escenarios ha sido decepcionante, con su último disco, «This is Me… Now», debutando en el puesto 38 del Billboard y recibiendo críticas negativas.
Además, se vio obligada a cancelar siete conciertos de su gira en los Estados Unidos debido a la baja venta de entradas, dejando muchas disponibles incluso en ciudades donde los conciertos aún estaban programados.
La propia artista ya parecía anticipar esta situación en su documental «The Greatest Love Story Ever Told», admitiendo que no sentía una gran demanda por su música. La década transcurrida desde su último álbum exitoso ha sido un período de letargo para su carrera, a pesar de una intensa campaña publicitaria para su regreso.
El tour cancelado es parte de un proyecto multimedia ambicioso que incluye el disco, el documental y un musical, todos centrados en su romance reavivado con el actor Ben Affleck. Sin embargo, este proyecto no ha generado el interés esperado entre su audiencia, y su matrimonio anteriormente fracasado con Affleck tampoco ayudó a impulsar su popularidad.
A pesar de sus apariciones en eventos de alto perfil como el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl y la inauguración presidencial, los números de ventas y reproducciones muestran que sus nuevos temas no han logrado conectar con el público como en el pasado. La canción más reproducida de su nuevo álbum, «Can’t Get Enough», está muy por debajo de los éxitos anteriores, lo que sugiere que esta historia de amor no ha cautivado a su audiencia de la misma manera que sus proyectos anteriores.
Redacción (Agencias)
