La degradación de la tierra y el suelo en Europa le cuesta a cada europeo unos 112 euros al año, una cifra que de forma global asciende a 50.000 millones de euros anuales en la Unión Europea, según la organización Salvemos el Suelo en el marco del Día Mundial de la Agricultura.
La «razón fundamental» de la degradación del suelo en el mundo «es no darse cuenta de que el suelo es una entidad viva«, afirma a EFE la directora técnica de Salvemos el Suelo (Save Soil), Praveena Sridhar, quien señala que en el intento de lograr seguridad alimentaria, se ha tratado el suelo «como un medio inerte que contiene plantas«.
Y la agricultura a gran escala que se practica actualmente en el mundo tiene «enormes repercusiones» para el planeta, con la utilización de «productos químicos de manera desenfrenada», asevera.
Unos químicos que empobrecen el suelo y, además, tienen repercusiones en los alimentos y, por tanto, generan «problemas graves e invisibles en la salud de las personas».
Porque las consecuencias de suelos degradados y deficientes en nutrientes, «producen plantas pobres en nutrientes», que provocan «problemas de salud graves e invisibles«, lo que se conoce como «hambre oculta», según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA), más conocida como FAO.
Según Salvemos el Suelo, convertida en un movimiento a nivel global, la erosión y falta de materia orgánica en el suelo provoca la pérdida de biodiversidad, de agua y humedad, de alimentos, así como de medios de vida para millones de personas en el mundo.
Redacción.