Según la Sociedad Española de Psiquiatría, aproximadamente un 5% de la población padece algún tipo de trastorno alimentario.
Detrás de los trastornos de la conducta alimenticia suelen esconderse unos padecimientos y perturbaciones emocionales y, con mucha frecuencia, el sufrimiento de personas muy autoexigentes y perfeccionistas, que buscan dominarlo todo y una autorregulación a través de la comida.
El coordinador de la Unidad de la Conducta Alimentaria del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, Andrés Gómez del Barrio, ha destaca: “Solemos decir que detrás de los problemas de conducta alimentaria siempre hay que mirar bajo el plato. El problema no es la comida, sino lo que esconde: ansiedad, una mal manejo de emociones, obsesiones…”
Estos trastornos afectan a personas con elevada vulnerabilidad y que tardan en pedir ayuda. La causa: la vergüenza que les suponen los métodos purgativos o los efectos de la enfermedad en el propio cuerpo.
Las más afectadas: las mujeres.
Según la Sociedad Española de Psiquiatría, aproximadamente un 5% de la población padece algún tipo de trastorno alimentario. De ese 5%, en la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de Valdecilla predominan como pacientes las mujeres jóvenes, con una proporción de un hombre por cada diez chicas.
La recuperación es posible.
“Se llega a la recuperación en cerca de un 75 % de los casos”, ha señalado el coordinador de la Unidad de la Conducta Alimentaria del Hospital del Valdecilla, antes de apuntar que las posibilidades de éxito dependen de varios factores, como el momento en que se detecte el caso, el tipo de tratamiento que se siga o el soporte con que cuente el paciente.
Aunque el porcentaje de recuperación en la enfermedad llega a más del 70%, eso no quiere decir que no haya recaídas, con un porcentaje de ingresos que oscila en torno al 20 %.
Por último, para que haya una recuperación es necesaria una detección precoz. Además, el tratamiento y el apoyo familiar son cruciales para superar este trastorno.
Redacción.
