En 1968, una guitarra roja cereza ayudó a salvar la carrera de Elvis. Ahora puede ser el instrumento musical más valioso del mundo. Cuarenta y seis años después de su prematura muerte, Presley sigue siendo un fenómeno musical.
Solo en el último año, su película biográfica ha sido un gran éxito comercial y de crítica; sus canciones se han reproducido más de mil millones de veces en Spotify y Forbes informó que ganó 110 millones de dólares sumando todas sus fuentes de ingresos. Tras este brillante balance, la guitarra que tocó en su mejor actuación, descrita como su amuleto de la buena suerte, acaba de ser valorada oficialmente en 5 millones de dólares.
En 1968, la carrera de Elvis Presley se estancó. No había tenido un éxito entre los 10 primeros puestos en tres años y estaba produciendo una serie de películas antiguas que, aunque rentables, no trascendieron en exceso.
Fue entonces cuando desde la NBC, Steve Binder fue contratado para dirigir un programa de televisión que lo cambiaría todo. Emitido el 3 de diciembre, Singer Presents Elvis, mejor conocido como el Especial de Regreso del 68, vio a Presley rugir en la conciencia pública como el verdadero rey del rock ‘n’ roll. Con un aspecto y un sonido magníficos, el espectáculo se centró en la música y en la pura emoción de la actuación de Presley.
Más allá de los cuellos altos que enmarcan la cara, es la maestría musical de Elvis lo que hace que el espectáculo de regreso sea tan bueno y especial. Y tan reconocible como el mono de cuero es su guitarra eléctrica Cherry Red Hagstrom Viking II, el instrumento elegido por el Rey para esta actuación épica.
El programa atrajo una cuota de audiencia del 42%, lo que terminó en 1968 como el programa mejor calificado del año de la cadena NBC. La banda sonora entró en el top 10 y pronto fue certificada como platino.
Un Presley rejuvenecido grabó el aclamado álbum, From Elvis in Memphis, la carátula del álbum lo muestra tocando esa guitarra Cherry Red, y obtuvo grandes éxitos en In the Ghetto y Suspicious Minds. Seguiría una legendaria residencia en Las Vegas. No es de extrañar que Elvis sintiera que esta guitarra era su amuleto de buena suerte.
Redacción
Fotografía · NBC/Getty