Rusia, casi medio siglo después, ha retomado la conquista de la luna en busca de agua y otros recursos naturales con el lanzamiento de la sonda Luna-25. Esta previsto que en pocos días esta sonda alcance la órbita del satélite de la Tierra.
La estación automática ha despegado desde el cosmódromo Vostochni, situado en el Lejano Oriente ruso, con rumbo al inexplorado Polo Sur Lunar.
La rusa Luna-25 es la heredera de la soviética Luna-24, que fue la tercera nave espacial en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976.
Rusia quiere ser la primera potencia espacial en alunizar en el Polo Sur, algo que la nave Chandrayaan-3, lanzada por la India, hará el próximo 23 de agosto.
‘Esperemos ser los primeros‘, dijo el jefe de la agencia espacial rusa, Yuri Borísov.
La sonda, que tiene una masa de 1.800 kilos, alcanzará la órbita lunar dentro de cuatro o cinco días. Seguidamente deberá maniobrar durante, aproximadamente, una semana al rededor del cuerpo celeste en busca de la órbita elíptica ideal para aterrizar.
El objetivo de la misión es desarrollar la tecnología de alunizaje, tomar muestras de la superficie y estudiar la exosfera y la capa superior del regolito y el polvo lunar.
Rusia también quiere ser el primer país en encontrar agua en la Luna. Un hallazgo que podía permitir, en el futuro, la vida humana en el satélite.
Redacción (Agencias)