El exceso de luz artificial nocturna corre el riesgo de extinguir la luciérnaga común europea, cuyas hembras emiten un brillo verde desde su abdomen para atraer a los machos, pero no pueden volar a nuevos lugares para escapar de las luces brillantes. Así se explica en un estudio realizado por cuatro investigadores de la Universidad de Sussex (Reino Unido).
Si bien la luz artificial es excelente para aumentar la productividad humana, algunos animales nocturnos, e incluso las personas, pagan un precio por esta iluminación. La contaminación lumínica afecta a muchos animales, desde aumentar la cantidad de tiempo que los depredadores están activos hasta interrumpir las migraciones.
Por ejemplo, las hembras de luciérnaga común europea emiten un brillo verde desde su abdomen para atraer a los machos, pero difícilmente escapan de la contaminación lumínica y tienen dificultades para encontrar parejas. De hecho, la luz artificial blanca dificulta que las luciérnagas macho encuentren hembras brillantes, con consecuencias potencialmente desastrosas para las poblaciones globales de esos insectos.
Redacción (Agencias).