La restricción de oxígeno continua, equivalente a lo que significaría vivir a unos 5.000 metros de altitud, se asocia a una mayor longevidad en ratones de laboratorio, lo que pone de relieve su posible potencial antienvejecimiento, según un estudio publicado en la revista Plos Biology.
El trabajo está liderado por investigadores del Hospital General de Massachusetts (Boston, Estados Unidos); esto ya se había comprobado en levaduras, gusanos y moscas, pero es la primera vez que se demuestra en mamíferos.
Compararon la esperanza de vida de ratones que vivían con niveles normales de oxígeno atmosférico (alrededor del 21 por ciento) con la de ratones que, a las 4 semanas de vida, habían sido trasladados a un entorno con una proporción menor de oxígeno (11 por ciento, similar a lo que se experimenta a una altitud de 5.000 metros).
Descubrieron que los ratones en el entorno con restricción de oxígeno vivían aproximadamente un 50 por ciento más que los ratones con niveles normales de oxígeno, con una vida media de 23,6 semanas frente a 15,7 semanas.
Los ratones a los que se les restringió el oxígeno también sufrieron un retraso en la aparición de los déficits neurológicos asociados al envejecimiento.
Estos resultados respaldan el potencial antienvejecimiento de la restricción de oxígeno en mamíferos, incluidos quizá los humanos. No obstante, serán necesarias más investigaciones para aclarar sus posibles beneficios, además de para determinar los mecanismos moleculares por los que actúa.
Redacción · EFE
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