La venta de platos, cubiertos y otros utensilios de plástico de un solo uso serán prohibidos en Reino Unido a partir de octubre del 2023. El objetivo del país es reducir la contaminación en mares, ríos y en tierra, según ha anunciado el Ministerio de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales británico.
Las empresas deberán adaptarse al cambio y las autoridades han dado un margen de diez meses para la correcta adaptación a la nueva medida. Además, afectará a utensilios como bandejas y boles de plástico, así como a ciertos tipos de vasos de poliestireno y recipientes para alimentos.
Cada año, en Inglaterra se utilizan 2.700 millones de cubiertos de un solo uso, la mayoría de ellos de plástico, y 721 millones de platos, de los que solo el 10 % se recicla, según las cifras del ministerio.
A partir de octubre, comercios minoristas, restaurantes, bares, empresas de reparto a domicilio y cualquier otro negocio deberán haberse adaptado a la prohibición.
El Gobierno británico recalcó en un comunicado que los desechos plásticos tardan cientos de años en descomponerse y provocan graves daños al ecosistema. Su producción, además, es una de las principales fuentes de emisiones de efecto invernadero.
«Todos conocemos los efectos absolutamente devastadores que el plástico puede ocasionar en el medioambiente y la vida salvaje. Hemos escuchado a los ciudadanos y este nuevo veto a los plásticos de un solo uso será la continuación de nuestro trabajo vital para proteger el entorno de cara a futuras generaciones», afirmó la ministra de Medioambiente, Thérèse Coffey.
El Gobierno británico ya prohibió en 2018 la utilización de microperlas de plástico en la fabricación de cosméticos, mientras que en 2020 vetó las pajitas de un solo uso y los bastoncillos de plástico.
Redacción (Agencias)