La tensión superficial del agua, clave en estudio de la contaminación fluvial

Un nuevo estudio científico sobre la presencia de plásticos en los ríos evidencia por primera vez que la tensión superficial del agua desempeña “un papel clave en el transporte y cuantificación de los plásticos” a la hora de combatir la contaminación fluvial.

El estudio ha sido publicado por la revista “Water Research” y los especialistas han descrito la tensión superficial del agua como la energía necesaria para incrementar la superficie de la misma. El fenómeno depende de los enlaces de hidrógeno dentro de las moléculas de agua (H20) pero también del medio y de la temperatura ambiente.

RÍOS MÁS LIMPIOS

Gracias al nuevo estudio será posible «mejorar la estimación de la cantidad total de plásticos en un río» y por tanto «ayudar a limpiarlos en zonas donde la tensión superficial sea más intensa», ha asegurado Daniel Valero, uno de los investigadores españoles que han participado en esta publicación y que colabora con el Instituto de Tecnología de Karlsruhe (Alemania) y el Instituto para la Educación sobre el Agua (IHE por sus siglas en holandés) ubicado en Delft (Países Bajos).

Con las conclusiones obtenidas, Valero opina que se puede reducir «hasta diez veces» el sesgo de las actuales prácticas de monitoreo de plástico fluvial, ya que “la mayoría cuentan el número de plásticos basándose en observaciones en la superficie del agua y después hacen estimaciones globales, sin tener en cuenta esa tensión”.

EL USO INCONSCIENTE DE LOS MICROPLÁSTICOS

La investigación está basada en la mecánica de fluidos de plásticos y se apoya en «una tecnología novedosa puesta en práctica específicamente», ha añadido Valero, incluyendo los “canales hidrodinámicos en laboratorio y el método de ‘tracking’ de los plásticos con multicámara”, desarrollado por su compañero investigador y coautor también del estudio, Antonio Moreno, del instituto de investigación Deltares, en la misma ciudad de Delft.

Este tipo de contaminación procede de «un uso diario, incluso inconsciente, tanto de los macroplásticos como de los miles de millones de partículas generadas por su degradación , los microplásticos» y su presencia en los ríos es «un problema global con implicaciones también para los seres humanos», advierte el investigador.

Además de la limpieza de esta polución, Valero insiste en la conocida fórmula de ‘reducir, reutilizar y reciclar‘ pero también en la concienciación. 

Redacción (Agencias)