La epidemia de no dormir

El insomnio crónico y prolongado es muy común en España ya que son siete millones de españoles los que lo sufren y seis millones los que necesitan pastillas antes de dormir.

La pandemia silenciosa del «no dormir» ha ido al alza en el último siglo y ha supuesto una pérdida de dos horas de sueño diarias de media.

MENOR ESPERANZA DE VIDA

El presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES), Carlos Egea, apuesta por “concienciar y divulgar que el sueño es salud” y no dormir bien acorta la esperanza de vida y favorece el envejecimiento no saludable.

EL INSOMNIO ES UN FACTOR DE RIESGO PARA SUFRIR ENFERMEDAD GRAVE

La falta de sueño afecta a la salud mental, cardiovascular y enfermedades metabólicas. Además, aumenta la predisposición al Alzheimer y disminuye la inmunidad por lo que aumenta el riesgo de infecciones.

DE 7 A 9 HORAS DIARIAS

Lo convencional, dice este experto en sueño, es dormir entre 7 y 9 horas diarias pero en España el 60% de la población no llega a las siete horas diarias durante la semana laboral.

Egea explica que «el sueño no es como la grasa, el organismo no lo almacena, es día a día». Por eso, dice, no sirve dormir el domingo ocho horas para que la noche del domingo al lunes se convierta en un ‘jet lag’.

Este experto también alerta sobre el uso de fármacos para conciliar el sueño como ansiolíticos, hipnóticos y benzatropina, y apuesta por ofrecer alternativas para que una vez que se inicia el camino de la medicación se pueda revertir con terapia y de no ser así, que se busquen fórmulas que no pasen por escalar a más dosis.

   EL INSOMNIO HAY QUE TRATARLO CUANDO AFECTA A LA VIDA DIARIA

  Según esta experta, los problemas de sueño afectan al 30-40% de la población española y el insomnio crónico y prolongado al 15%.

   Aunque está considerado un trastorno de salud mental «no es una esquizofrenia» y se trata, dice, cuando afecta a la calidad de vida y por lo que puede suponer de comorbilidad.

   «Si cuidamos la alimentación y el ejercicio físico, también debemos cuidar el sueño» señala esta experta que defiende como solución la terapia cognitiva-conductual ayudada por períodos cortos de tratamiento farmacológico.

Redacción (Agencias)