Durante la década de 1980, Queen dejó de liderar las listas de ventas en Estados Unidos pero mantuvo su estatus de superestrella en casa. En los años 90, tras la muerte de Freddie Mercury, hubo un breve resurgimiento del interés en Estados Unidos provocado por la inclusión de Bohemian Rhapsody en la película Wayne’s World. Pero en 1995, cuando los miembros en activo en la banda lanzaron las grabaciones finales hechas con Mercury en forma de Made in Heaven, el statu quo había regresado.
El álbum encabezó las listas en Europa Occidental, con su sencillo, Heaven for Everyone, alcanzando el Top Ten, mientras que en los EE. UU. estuvo dentro y fuera de las listas en cuestión de semanas. Musicalmente, Made in Heaven se remonta al apogeo de Queen en la década de 1970 con sus fuertes melodías y guitarras de rock duro. Las letras estaban impregnadas de temas de vida o muerte con líneas como «Esperando posibilidades/No veo demasiadas alrededor», «Anhelo la paz antes de morir» o títulos como Too Much Love Will Kill You.
A la luz del fallecimiento de Freddie Mercury, el último álbum de estudio de Queen siempre iba a servir como una especie de epitafio. Sin embargo, de acuerdo con su personalidad carismática y amante de la diversión, sigue siendo una declaración optimista. Con algunas voces nuevas que grabó poco antes de su muerte, junto con una variedad de material inédito/reelaborado, el álbum tiene una calidad casi onírica que te ayuda a pasar por alto su contexto.
Redacción
Fotografía · Dave Hogan