Escuchar música con el tacto

Las personas con discapacidad auditiva podrán escuchar música a través del sentido del tacto gracias a un prototipo pionero que han ideado investigadores del departamento de Electrónica de la Universidad de Málaga (UMA) y que en un futuro podría trasladarse a los teléfonos móviles.

Hackear el sistema nervioso

Se trata de un algoritmo audio-táctil que, mediante el uso de «ilusiones táctiles», permite la traducción de música monofónica a estímulos tangibles, a partir de vibraciones: «es como ‘hackear’ el sistema nervioso para que se reciba una respuesta diferente al estímulo real enviado», señalan los investigadores.

«Lo que queremos lograr a largo plazo es que personas que no oyen sí puedan ‘escuchar’ música», asegura el investigador del programa de Doctorado en Ingeniería Mecatrónica Paul Remache, autor principal de este trabajo.

El algoritmo que ha desarrollado este joven investigador junto con los profesores de la UMA Andrés Trujillo y Fernando Vidal es capaz de convertir las características y estructuras musicales extraídas de archivos MIDI (por las siglas en inglés de Interfaz Digital de Instrumentos Digitales), en «estímulos vibrotáctiles«.

«Es algo similar a mapear la música«, explica Remache, que añade que es posible porque este tipo de archivos, además de poder reproducirse y generar sonido, incluyen «representaciones simbólicas».

Lo que proponen estos ingenieros es realizar arreglos a las «ilusiones táctiles» para mejorar y ampliar el espectro de características musicales, agregando dinámica a las vibraciones en forma de movimiento, cambios de dirección y localización.

Se trata de «un proceso desafiante», ya que el rango de frecuencia perceptible de la piel es más bajo que el del sistema auditivo, lo que podría causar la pérdida de algunas características musicales, explican.

Los primeros experimentos realizados, en los que han participado cerca de medio millar de voluntarios, muestran que estos arreglos a las «ilusiones táctiles» les evocan más emociones positivas que negativas, y también son percibidos de forma más agradable y estimulante que el audio.

Tras presentar este primer prototipo en un evento internacional especializado en Reino Unido y su publicación en la revista científica LNCS, los investigadores de la UMA trabajan ahora en un segundo modelo y prosiguen con sus experimentos.

Redacción (Agencias)