Diversas plantas y microorganismos emiten gases que les ayudan a expeler toxinas y un grupo de científicos considera que estos gases podrían ofrecer evidencias de la existencia de vida en otros planetas. Este tipo de gases se producen cuando un organismo añade carbono y tres átomos de hidrógeno a un elemento químico no deseado en un proceso llamado metilación.
Se trata de un proceso tan extendido en la Tierra que esperan que la vida en cualquier otro lugar lo lleve a cabo. Ese proceso puede convertir las posibles toxinas en gases que flotan de forma segura en la atmósfera. Si estos gases se detectaran en la atmósfera de otro planeta mediante telescopios, serían indicativos de la existencia de vida en algún lugar de ese planeta.
Un gas metilado, el bromuro de metilo, presenta varias ventajas respecto a otros gases tradicionalmente utilizados en la búsqueda de vida fuera del sistema solar. Este gas permanece en la atmósfera menos tiempo que los gases de bioseñal tradicionales y, si se encuentra, lo más probable es que se haya producido no hace mucho tiempo, y que lo que lo haya hecho lo siga produciendo.
Redacción (Agencias).