La Amazonía sufre los peores incendios en diez años

Los incendios en la Amazonía brasileña aumentaron un 146,6 % en septiembre frente al mismo período del año pasado y fueron los mayores para este mes en los últimos doce años y los más intensos de todo 2022, informó este sábado el Gobierno.

Mientras en septiembre de 2021 fueron registrados 16.742 focos de calor en la parte brasileña de la mayor selva tropical del mundo, en septiembre de este año fueron contabilizados 41.282, la cifra más alta para el mes desde 2010 (43.933), según los datos divulgados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués).

Las llamas en el considerado mayor pulmón vegetal del mundo se intensificaron con tal fuerza en el mes que solo en los primeros ocho días fueron reportados más de 20.000 incendios, casi la mitad de todos los de septiembre.

Y es que las llamas en la selva se han incrementado con fuerza desde agosto pasado cuando se reportaron más de 33.000 focos de calor, más de seis veces las de julio y las más fuertes en 11 años.

Aunque el aumento del fuego era esperado desde mayo, cuando comienza el período de sequía, la cantidad de focos de calor ha superado las estimativas de los expertos, que ven la situación «bastante grave», pues en nueve meses el fuego ya superó los incendios de todo 2021.

DEFORESTACIÓN DESMESURADA

De acuerdo con el sistema de alertas del INPE, en los primeros nueve meses de este año se reportaron 87.304 focos de calor, con un salto del 16,3 % frente a los 75.090 contabilizados entre enero y septiembre del año pasado.

«El acumulado es extremadamente alto», señaló a EFE Mariana Napolitano, gerente de Ciencias de WWF-Brasil. «Ese es el resultado de cuatro años de tasas altísimas de deforestación«, agregó.

Provocada principalmente por la minería ilegal y el comercio ilícito de madera, la deforestación es una de las principales causas de los incendios que han consumido buena parte de la vegetación de la Amazonía en Brasil en los últimos años, según los ecologistas.

Las organizaciones ecologistas responsabilizan de la devastación de la selva al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por flexibilizar los controles ambientales, promover la explotación económica del ecosistema y recortar el presupuesto de los órganos fiscalizadores.

Bolsonaro, que aspira a la reelección este domingo, defiende la explotación de los recursos naturales de la Amazonía, incluso en reservas indígenas donde es prohibido por ley.

Redacción (Agencias)