Así afecta el cloro a los dientes

La piscina es uno de los lugares a los que más recurrimos en verano para combatir las altas temperaturas y refrescarnos. Eso sí, hay que tener en cuenta que un alto nivel de cloro puede afectar a la piel, al pelo, a los ojos, y también a la salud de la boca y los dientes.

El cloro se utiliza para evitar la proliferación de microorganismos y bacterias. Pero el problema aparece con esta sustancia química para los dientes en cuanto al nivel de pH, que en las piscinas se suele situar entre el 7,2 y el 8, mientras que en la boca está entre el 6,5 y el 7.

Los elementos químicos que tiene el agua pueden erosionar la capa de esmalte de los dientes, volviéndola más fina, lo cual es un riesgo para la salud bucodental.  

Enfermedades y consejos

Algunas de las enfermedades más comunes que puede provocar el cloro en la boca y en los dientes son: la aparición de sarro, erosión dental e hipersensibilidad, gingivitis o mayor riesgo de caries.

Estos problemas suelen afectar en mayor medida a nadadores profesionales que a los bañistas ocasionales. Aun así, es importante tener en cuenta una serie de consejos para cuidar la salud bucodental frente al cloro: beber agua después de cada baño, rebajar el consumo de hidratos de carbono y alimentos que contengan azúcar, cepillarse los dientes con una pasta dental fluorada, realizar revisiones al dentista, etc.

Redacción