El símbolo de Europa y sobre todo de la divisa, la escultura gigante azul del euro situada en la Plaza Willy-Brandt de Fráncfort, Alemania, será subastada a mediados de octubre porque es demasiado cara de mantener.
La escultura es propiedad del comité sin ánimo de lucro Verein Frankfurter Kultur Komitee, que dirige Manfred Pohl, que fue quien anunció su próxima subasta.
Este euro gigante sobrevivió a las protestas y las acampadas durante la crisis financiera y fue el fondo escogido por numerosos periodistas para hablar sobre el Banco Central Europeo (BCE) hasta que se mudó a su nueva sede.
Precisamente, el BCE contribuía hasta hace unos años con 15.000 euros anuales para mantenerla, pero ahora no tiene interés en seguir haciéndolo. Ni siquiera fue a la mesa redonda a finales de abril para discutir sobre la financiación de su mantenimiento.
Las aportaciones privadas son cada vez menores e insuficientes para costear el cuidado de la escultura y tras fracasar el comité en varios intentos para asegurar la financiación, han decidido que lo mejor es subastarla.
La escultura del euro es obra del artista alemán Ottmar Hörl, tiene una altura de 14 metros y pesa 50 toneladas. Además, está rodeado por doce estrellas que representan los primeros doce países que introdujeron el euro, en enero de 2002.
Redacción · Agencias (Editado)
Fotografía · Wikimedia Commons (Editada)