La alimentación a base de comida rápida entra en juego en la siniestralidad en carretera. Y es que una investigación sugiere que una dieta basada en comida basura puede aumentar el riesgo de conducción peligrosa.
El estudio, publicado en la revista ‘Occupational & Environmental Medicine’, se fijaba en la alimentación en el caso de conductores de camiones, muy habituados a pasar gran parte del tiempo al volante, sin moverse de la cabina ni practicar apenas ejercicio físico. Según concluye la investigación, ese tipo de dieta no hace sino potenciar la fatiga, que suele ser un factor clave en las colisiones de vehículos.
Los resultados del estudio revelaron que las dietas ricas en verduras y en alimentos básicos se asociaron fuertemente con comportamientos de conducción segura frente a las que poseen un alto contenido en proteínas animales, que dieron como consecuencia una mayor tasa de errores, fallos de concentración e infracciones de tráfico menores. En el caso de la dieta de aperitivos se asoció fuertemente con comportamientos de conducción inseguros.