Una isla Reserva Mundial de la Biosfera
Cada rincón de la geografía isleña está subordinado al origen volcánico de Fuerteventura.
La belleza natural de Fuerteventura, declarada por la Unesco Reserva Mundial de la Biosfera para todo el territorio insular y sus aguas circundantes, cautiva los sentidos de cualquiera que la contemple, que la sienta, que la escuche…
Sus monumentos y parques naturales, sus zonas rurales y sus increíbles paisajes son testigos vivos de los orígenes volcánicos de esta isla, donde habitan una variedad de plantas y una fauna autóctona de incalculable valor. Un entorno natural de más de 350.000 hectáreas de superficie protegida donde perderte.
Respirar aire puro, estar en contacto con el entorno y disfrutar de un lugar que ha mantenido su esencia natural hasta nuestros días, es un lujo que marca la diferencia entre otros destinos y la isla de Fuerteventura.
Descubre nuestros rincones:
Parque Natural de Isla de Lobos
La índole insular de Lobos impone una clara delimitación natural a este islote de alto contenido paisajístico, singular y representativo de la geología y geomorfología insular.
Alberga hábitats muy valiosos, en magnífico estado de conservación donde no faltan endemismos, especies exclusivas o yacimientos paleontológicos.
Destaca la presencia de la siempreviva endémica, Limonium ovalifolium canariensis. Además, buena parte de su flora está actualmente protegida por varias normativas.
Parque Natural de Corralejo
Corralejo constituye un espacio de peculiares características, que alberga un campo de arenas como unidad geomorfológica representativa y de gran interés científico.
Conforma, además, un paisaje de excepcionales valores en buen estado de conservación y constituye una muestra de hábitat con numerosas especies endémicas protegidas y amenazadas como el Androcymbium gramineum psammophilum protegido por normativa regional.
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