La ONCE ha diseñado el primer globo terráqueo del mundo que es accesible para personas con diversidad visual, para lo que aúna recursos táctiles, tecnológicos y auditivos, con lo que se presenta como una herramienta educativa e «inclusiva».
Este proyecto, presentado esta semana en la facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, persigue que todas las personas ciegas o con resto visual, y en especial de los niños y estudiantes, puedan tener acceso a toda la información que brinda esta herramienta.
El globo terráqueo accesible es, a primera vista, muy similar a los utilizados hasta ahora, aunque “la clave” reside en las distintas texturas que se han dado a su superficie. Los océanos y mares son las zonas más lisas y las tierras son rugosas; al tiempo que se han dado distintas alturas a los meridianos y paralelos, para identificarlos en el relieve.
Además, esta “nueva bola del mundo» incorpora una tecnología de etiquetas que contienen la información que, a través de un puntero lector específico para personas ciegas denominado LEO, permite escuchar con una síntesis de voz información específica de cada lugar en el que se posiciona el dispositivo lector.
Por último, el globo incorpora una especie de «freno” que permite parar su desplazamiento para facilitar la exploración manual a estos usuarios.
Redacción (EFE)