En uno de los países donde la bicicleta es el transporte principal, estacionar este vehículo en un sitio seguro se ha convertido en todo un reto. Son cada vez más las bandas callejeras que se dedican al robo de bicicletas en los Países Bajos, un negocio que consigue más de 600 millones de euros al año.
Según un estudio de la agencia holandesa de investigación Bureau Beke, cada día se roban alrededor de 1.500 bicis y recuperarlas es prácticamente misión imposible. Del total, solo se recupera un 4% de las bicicletas robadas.
Por ello, los holandeses buscan alternativas para hacer frente a estos robos. Una de ellas es la instalación de sistemas de rastreo GPS. Otra, por ejemplo, es el uso de las bicis antiguas: cuanto más antigua parezca la bici, menos atractiva es para las bandas. Además, las bicis eléctricas se han convertido en el nuevo objetivo de los ladrones, que luego acaban vendidas en el extranjero.
Ante ello, el estudio elaborado por Beke sugiere que el Estado holandés debería invertir más en aparcamientos públicos para bicicletas. Esto les haría la vida más difícil a los ladrones, porque ya no podrían hacerse con la bicicleta, rompiendo el candado o dejando una parte de esta atada para llevarse el resto y vender las piezas.
Redacción (Agencias)
