El actor Tom Holland, quien pone rostro y cuerpo en el cine al actual Spider-Man, fue fundamental en las negociaciones que mantuvieron Disney y Sony para salvar su acuerdo sobre los derechos del superhéroe arácnido en el universo Marvel, de donde estuvo a punto de desaparecer.
Según una información publicada por The Hollywood Reporter, el intérprete de 23 años se encargó de realizar varias llamadas a los presidentes de Disney y Sony para que retomasen las negociaciones, que quedaron rotas el pasado agosto.
Hasta entonces, ambos gigantes del entretenimiento pactaron que las películas en las que Spider-Man fuera protagonista serían de Sony, compañía que se llevaría la mayor parte de los beneficios, a cambio de que Disney pudiera incluir al superhéroe como un personaje más en el resto de películas de Marvel Studios.
Pero Disney quiso reconsiderar el acuerdo y compartir con Sony tanto la financiación como los beneficios derivados de las películas sobre Spider-Man al 50%, algo que, según fuentes de la industria, rechazó Sony, propietaria de los derechos del superhéroe desde 1985, varias décadas antes de que Disney comprara Marvel.
Ante esta ruptura, el actor se puso en la piel del personaje arácnido y contactó tanto a Bob Iger, máximo directivo de Disney, como al presidente de Sony Pictures, Tom Rothman, para que reconsiderasen sus posturas e hicieran caso a los miles de admiradores decepcionados con la situación.
Redacción (Agencias)