Un estudio realizado por las universidades de Harvad (Boston, Estados Unidos) y Murcia, entre otros participantes, ha relacionado seis variantes en genes con saltarse el desayuno, por lo que, por primera vez, se demuestra un componente genético en este hábito.
Esta investigación, publicada en The American Journal of Clinical Nutrition, ha determinado también que omitir la primera comida del día es causa de obesidad y no consecuencia.
Además, el estudio observa vínculos causales entre la omisión del desayuno determinada genéticamente y un mayor índice de masa corporal, tendencia a la depresión y al hábito del tabaco.
El estudio en su conclusión sugiere un papel beneficioso de la ingesta regular del desayuno como parte de un estilo de vida saludable.
Redacción (EFE)