Sentimos la reputación desde el jardín de infancia

La reputación comienza a importar a las personas mucho antes de lo que parece. Ya desde el jardín de infancia los pequeños se preocupan de su imagen pública y son capaces de adoptar comportamientos que alteren su imagen exterior, según la revista Trends in Cognitive Sciences.

A los cinco años surge en los niños su fascinación por el estatus social, empiezan a considerar cómo son vistos por los otros y se comportan de manera tal que cultiven su reputación positiva. Así lo revela la Universidad de Chicago.

Los tipos de comportamiento complejos y estratégicos que usan los adultos para presentarse ante los demás aparecen a una edad mucho más temprana de lo que se creía hasta ahora, cuando se fijaba en los nueve años el inicio de las estrategias de reputación.

Redacción (EFE)