Todo ocurre en Montreal, Canadá, donde un hombre de 33 años llamado Simon Laprise decidió esculpir una réplica del clásico automóvil DeLorean de nieve junto a la carretera. Su objetivo no era otro que gastar una broma a los quitanieves cuando llegaran, sin embargo, quien picó primero y de lleno fue la policía.
Unos agentes que patrullaban por la zona se encontraron un ‘coche cubierto de nieve’ que estaba mal aparcado, y cumpliendo con su deber procedieron a poner una multa. Tras unos segundos de desconcierto tratando de localizar la matrícula, los agentes se dieron cuenta de que estaba hecho de nieve.
Los policías se lo tomaron con humor e incluso dejaron una falsa multa con el siguiente mensaje: «Habéis hecho nuestra noche. Jajajaja»
Redacción (Agencias)