Así es el queso más caro del mundo

Una granja en la reserva natural de Zasavica, al oeste de Belgrado, guarda el secreto de la receta del queso más caro del mundo. Elaborado con leche de burra, el precio de este exclusivo manjar se sitúa en 1.260 euros  por kilo.

La escasez de leche de estos animales y la dificultad del proceso de producción del queso hacen que este manjar sea tan exclusivo. Y es que, para elaborar un kilo de queso se necesitan 25 litros de leche y una burra sólo da unos 20 litros de leche por año, más o menos la misma cantidad que una vaca lechera europea produce cada 24 horas.

De las 190 burras -de una raza autóctona de los Balcanes- que viven en la granja de Zasavica, sólo una veintena está siempre disponible para dar leche y son ordeñadas a mano. La propia característica de esta leche hace que el proceso de elaboración del queso sea especialmente difícil ya que la leche de burra sólo tiene entre un 0,5 y 1 % de grasa y no tiene la caseína que coagula la leche.

El queso se vende en paquetes de 50 gramos, que cuestan entre 50 y 63 euros, dependiendo del envoltorio, y se puede adquirir directamente en la granja Zasavica o por Internet.

¿Por qué la leche de burra?

Aunque la idea de elaborar queso de burra es más reciente, cuando se creó en Zasavica la primera granja de «burras lecheras» de los Balcanes, se empleó para la producción de jabones, licores y cremas cosméticas rejuvenecedoras. El director de la reserva recuerda que ya Cleopatra, la última reina del Antiguo Egipto, se bañaba en leche de burra para mantener joven su piel.

En cuando a su composición, la leche de burra es bastante similar a la humana, por su composición y por el sabor, y se puede consumir sin hervir, ya que no contiene bacterias. Además, esta leche tiene 60 veces más vitamina C que la de vaca, es rica en vitaminas B, D12 y E, en minerales y en proteínas.

La lista de propiedades es larga: refuerza la inmunidad, revitaliza el organismo y es un remedio para la bronquitis y para el asma infantil.

Redacción (Agencias)