Un nuevo estudio publicado en la revista Nature, revela que un grupo de investigadores ha implantado dispositivos inalámbricos en los cerebros de dos monos paralizados, que perdieron el movimiento en sus patas traseras.
El dispositivo registra las señales eléctricas de la corteza motora del cerebro, que controla el movimiento, y las envía a un ordenador. Después, el ordenador traduce esas señales en un lenguaje que los electrodos, una vez conectados a un grupo de neuronas en la médula espinal, puede “entender”.
La novedad en esta investigación reside en que el dispositivo es inalámbrico y no tiene que estar conectado físicamente al ordenador.
Redacción (Agencias)
