Tres estudiantes de Cornell Tech han desarrollado una aplicación para teclados Keymochi que detecta las emociones de los usuarios. De esta forma, logra proporcionar un apoyo adecuado en el hogar y en el servicio al cliente.
Emplea la computación emotiva y ha sido desarrollado en base a datos emocionales del propio equipo de investigación. La exactitud de predicción ya es del 82 %. La app funciona mediante el control de la velocidad con la que el usuario teclea, los movimientos del teléfono, puntuación y el sentimiento general del mensaje.
El equipo espera poder utilizar las predicciones de la aplicación para apoyar la salud mental y el servicio al cliente comercial. En el futuro se centrarán en lograr un algoritmo de aprendizaje más fuerte y proporcionar soporte al cliente más personalizado.
Redacción (Agencias)