Su nombre es Simon Beck. Tras graduarse en Oxford y ejercer como cartógrafo durante años decidió añadir una actividad mucho más edificante para él.
Aprovechando su desarrollado sentido de la orientación, su amor por las actividades al aire libre y, por supuesto, su talento, Beck crea obras de arte con dos elementos principales: sus piernas y una brújula.
Sus obras de arte abarcan una superficie de una a cuatro hectáreas (el equivalente a dos u ocho campos de fútbol) y tarda unas 12 horas en recorrer los 20 o 30 kilómetros de nieve que necesita para terminarlas.
Redacción (Agencias)
Fotografía: Turismo Sostenible Media