La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado hoy una campaña para conseguir una reducción del volumen de azúcares añadidos en los alimentos procesados en España, que incluye cambios en la legislación vigente.
«Menos azúcar, más sano» es el título de la nueva campaña, que pretende recabar el apoyo ciudadano a través de Internet y elevar esta reclamación ante las Administraciones Públicas.
En España, la ingesta de azúcar diaria se sitúa en 94 gramos por persona en el caso de los adultos, casi el doble de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 50 gramos.
Concretamente, la OCU pide reducir en un 10 % la actual cantidad de azúcares añadidos en estos productos y que esta política «no quede supeditada a la voluntad del fabricante» -como hasta ahora-, sino que tenga carácter obligatorio para la industria.
Para la OCU, este «consumo excesivo» de azúcar es una de las causas de que un 54 % de la población española sufra de sobrepeso u obesidad, un porcentaje que alcanza el 43 % en el caso de los niños.
La OMS pide más impuestos para los refrescos
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un nuevo informe, titulado ‘Las políticas fiscales para la dieta y la Prevención de Enfermedades no Transmisibles (ENT)’, en el que recomienda aumentar en un 20 por ciento los impuestos sobre las bebidas azucaradas para reducir su consumo y, por ende, disminuir el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y la caries dental.
Esta recomendación se sustenta en el hecho de que en el año 2014 el 39 por ciento de las personas mayores de 18 años tenían sobrepeso y de que entre los años 1980 y 2014 se duplicó la prevalencia de hombres y mujeres con obesidad. Además, en el año 2015 unos 42 millones de menores de 5 años tenían sobrepeso u obesidad, lo que supone un aumento de 11 millones de niños en los últimos 15 años, de los cuales el 48 por ciento vivían en Asia y el 25 por ciento África.
Redacción (Agencias)