Un estudio de la Universidad de Barcelona sobre los jóvenes que practican el botellón ha revelado que el perfil de personalidad de riesgo varía según el sexo.
Pese a que el consumo intensivo de alcohol es multicausal, las mujeres tendrían una personalidad caracterizada por un nivel elevado de neuroticismo-ansiedad y los hombres por una elevada impulsividad-expulsión de sensaciones.
Según esta investigación, las mujeres obtendrían con la bebida un refuerzo más emocional, mientras que el refuerzo en los hombres estaría relacionado con la reducción de la tensión vinculada con la impulsividad.
Estos resultados pueden favorecer el diseño de programas personalizados de prevención y tratamiento y son relevantes para prevenir estas conductas en personas con estos perfiles de personalidad de riesgo.
Redacción (EFE)