La cafeína resulta igual de adictiva para las abejas que para los seres humanos. Así lo indica un estudio que ha publicado la revista especializada «Current Biology».
Los científicos realizaron un experimento para comprobar si las plantas habían desarrollado un método para mantener enganchadas a las abejas. Para ello, presentaron a los insectos dos fuentes de alimentación con una solución azucarada y situadas a la misma distancia de su colmena. Las abejas no solo fueron directas a la cafeína, sino que comunicaron la buena noticia a otros miembros de su colonia mediante un baile.
Tras probar por primera vez el café, las abejas continuaron regresando a la fuente que lo contenía, incluso cuando el suministro ya se había agotado.
La conclusión del estudio muestra la adicción de la cafeína en las abejas, algo que podría ser negativo, ya que, según los expertos, «algunas plantas, a través de un compuesto secundario presente en el néctar como la cafeína, podrían estar engañando a las abejas para asegurar su fidelidad«.»Este hecho podría comprometer la calidad de la miel elaborada por los insectos»
Redacción (Agencias)