"Amy", tan genial como frágil

El genio de Amy Winehouse era indiscutible. Su imponente voz, su sensualidad al cantar y unos temas directos e hirientes hicieron de ella una gran estrella en un tiempo récord, tan rápido como su desaparición, como cuenta el documental «Amy«, que llega mañana a las salas españolas.

Un documental aprobado primero y denunciado después por su padre, que lo tildó de engañoso porque muestra sin pudor cómo casi toda la gente que rodeaba a la cantante no supo medir su vulnerabilidad ni la ayudó a frenar una vida descontrolada que acabó con su muerte con tan solo 27 años.

La vida y muerte de Winehouse es la repetición de una historia habitual entre las estrellas, lo que no elimina el horror que supone ver documentada en la gran pantalla la vida errática de alguien que podía haberlo tenido todo.

Con testimonios muy valiosos de amigas de la infancia -Juliette Ashby y Laurent Gilbert, principalmente-, de su primer representante, Nick Shymansky, de sus padres -Mitchel y Janis-, de su marido, Blake Fielder-Civil, y de la propia Amy, el realizador construye un retrato desolador más allá de la imagen conocida de la cantante.

Redacción (Agencias)