La legión de fieles seguidores de AC/DC encontró en sus conciertos de Madrid y Barcelona motivos convincentes para renovar su fe por la mítica banda australiana. La actuación de Montjuïc, el pasado viernes, y las dos que ofrecieron en el Vicente Calderón, el pasado domingo y ayer martes, electrizaron a sus fans, que vibraron con los riffs de Agnus Young, los gritos de Brian Johnson y con unas canciones que se han convertido en banda sonora de las últimas décadas.
Los miembros del grupo recibieron, durante su paso por Madrid, el disco de platino, al superar las 40.000 copias vendidas de su último trabajo, Rock or Bust, que va ya por los 65.000 ejemplares despachados en nuestro país y que ha sido número uno internacionalmente. Una muestra más de que el mito AC/DC está muy vivo.
Tanto en Madrid como en Barcelona fueron dos horas a tope de concierto sin concesiones, a la máxima intensidad, entre el rugido de una potencia eléctrica descomunal que ha ensordecido los oídos de los más de 160.000 espectadores que han sumado las tres citas en España.
Durante los 120 minutos de concierto, Young, Johnson y compañía fueron desgranando su repertorio lleno de clásicos, que acompañaron con tres temas de Rock or Bust, que se revelaron más que dignos competidores con los de toda la vida. Momentos clásicos y contundentes como Back in black, Thunderstruck, Hells bells, la respuesta del público casi militar en TNT o Let there be rock, y por supuesto los bises Highway to hell y For those about to rock, con los cañones en alto despidiendo la velada a fogonazo limpio, desataron la euforia alrededor de una leyenda llamada AC/DC. Que no dejen de venir.
Redacción
Imagen: Juanlu Vela
