El otro día os hablábamos de un brindis de récord. Pues bien, puede que nuestra protagonista de hoy también quisiese entrar en el libro Guinness… ¡pero de una forma un tanto peculiar!
El Tribunal Correccional de Bourges, en el centro de Francia, ha condenado a una mujer a seis meses de cárcel, tres de ellos de obligado cumplimiento, por haber llamado a la Gendarmería 637 veces en dos días.
La mujer, una vecina de 24 años de Saint-Florent-sur-Cher en paro que habitualmente llama compulsivamente por teléfono, se declaró culpable ante el tribunal.
Tras el juicio, le ofrecieron hospitalización… pero la joven la rechazó, así que ha ingresado en prisión.
Redacción (Agencias)