Christine Harris, profesora de la Universidad de California San Diego, ha publicado un estudio en PLOS ONE. En dicho estudio, muestra que los perros exhiben comportamientos más celosos, como empujar a su dueño cuando muestra afecto a lo que parecía ser otro perro, que en realidad se trataba de un peluche que ladraba, gemía y movía la cola.
Los perros exhibieron estas conductas más que si el dueño mostraba afecto por un objeto novedoso, y mucho más que cuando la atención del propietario, se desviaba a la lectura de un libro.
Se trabajó con 36 perros en sus propias casas, y grabaron a los propietarios ignorando a sus mascotas en favor de un perro animado de peluche o una lámpara de calabaza. En ambas condiciones, los propietarios fueron instruidos para tratar los objetos como si fueran perros reales. En el tercer escenario, se pidió a los propietarios leer en voz alta un libro que emitía melodías .
Los perros eran dos veces más propensos a empujar o tocar el propietario cuando el dueño estaba interactuando con el perro de imitación, como cuando el dueño hacia caso a la calabaza. Incluso menos lo hizo en el caso del libro.
Redacción (Agencias)