Los arqueólogos del Iphes (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) han confirmado que los neandertales comían animales como los gatos salvajes, ciervos o caballos. Se trata sin duda de un hallazgo raro, sobre todo por las escasez de casos documentados.
Está datado que estos homínidos habitaron el yacimiento del Abric Romaní de Capellades, en Barcelona, hace 55.000 años. El artículo publicado refuerza la teoría de que tenían una alimentación más variada de lo que se pensaba. Cada vez hay más evidencias de que nuestros antepasados se alimentaban de vegetales, pequeñas presas, carnívoros e incluso recursos marinos.
Este artículo, publicado en «Quaternary International» se suma al creciente número de publicaciones que indican que los neandertales eran capaces de adaptarse a las restricciones del medio y a las necesidades sociales de cada momento.
Redacción (Agencias)