Hoy nos tenemos que despedir de una de las actrices que han pasado por delante de más generaciones españolas, desde el cine de la posguerra (e incluso antes) hasta los primeros años de este nuevo siglo. Se trata de Amparo Rivelles: la actriz nos ha dejado a los 88 años de edad.
Rivelles era uno de los grandes nombres de la escena española, fue la primera en conseguir un Goya, era la matriarca de una de las sagas familiares más conocidas del teatro español y, por encima de todo, era sinónimo de elegancia en su vida y en su profesión.
Premio Nacional de Teatro en 1996, diez años después de ser la primera actriz española en lograr un Goya, por su trabajo en «Hay que deshacer la casa», Rivelles infundía respeto en la profesión y entre los espectadores tras una vida en la que no dejó espacio al cotilleo ni a la especulación y en la que mostró un talento más allá de toda duda.
Nacida en Madrid en febrero de 1925, Amparo Rivelles debutó en el teatro junto a su madre a los 14 años y no dejó de actuar hasta que en 2006 decidió retirarse. Algunos la recordarán por el teatro, otros por el cine, otros en la televisión (especialmente en «Los Gozos y las Sombras», adaptación de la novela de Gonzalo Torrente Ballester).
Amparo Rivelles se va, su obra se queda… y nosotros nos quedamos con su ejemplo de trabajo duro, día tras día, en una vida dedicada a lo que le apasionaba: el arte dramático.
Redacción (Agencias)
