Mucho más que Eurovisión

¿Qué día es Eurovisión? Es una pregunta que en la última semana seguramente has escuchado más de una vez. La pregunta en sí ya implica un error, creer que el Festival de Eurovisión se emite un día al año. Desde 2008, Eurovisión celebra dos semifinales, el martes y el jueves, previo a la final. En esta ocasión, el sábado 18 de mayo. Final que en España podremos seguir a través de La 1 de Televisión Española a partir de las 9 de la noche.

También es probable que hayas oído la pregunta porque, a pesar de todo lo que se dice de Eurovisión, el evento es uno de los programas con mayor número de espectadores en todo el año. En España, su share (cuota de audiencia) ronda el 40%. El periodista especializado en televisión Juan Manuel Fernández, de Vanitatis, apunta que “Eurovisión es el espacio televisivo no deportivo más visto cada año en España, tras las campanadas de año nuevo”, y recuerda que es “sin duda el mayor espectáculo audiovisual y musical que existe hoy en día en Europa”.

Esta es posible que sea una de las razones por las que Eurovisión se ha convertido en un fenómeno de masas. Así lo demuestran los 125 millones de espectadores que consigue a nivel internacional. También lo es el modo con en el que lo viven algunos países europeos, como los escandinavos. Suecia, el país que acoge esta edición, celebra cada año el Melodifestivalen, un auténtico show televisivo donde, a través de cuatro semifinales, una repesca y una final, se escoge la canción que les representará en Eurovisión. Y, sobre todo, el ejército de fans que sigue el Festival y cada una de las delegaciones nacionales año tras año.

Lo que llama la atención de la existencia de los “eurofans” no es que haya gente dispuesta a gastarse su presupuesto vacacional en acudir a la ciudad organizadora del festival cada año, ya sea Bakú en Azerbaiyán, o Malmö en Suecia. Ni tampoco que algunos lleven en su cabeza una auténtica base de datos de Eurovisión. Lo curioso es observar cómo la organización es totalmente consciente de la importancia de los fans. De este modo, cada año emite cientos de acreditaciones para dar a los seguidores acceso privilegiado a ensayos, eventos y fiestas varias. Incluso ha creado la figura del Euroclub donde cada convocatoria los fans se mezclan con las delegaciones oficiales y la prensa en las fiestas que se celebran casi a diario.

Las ciudades que acogen el festival también son conscientes de que cientos de eurofans acudirán a su ciudad, sumándose así a los miles que se desplazarán para cubrir, organizar o apoyar el evento. Este año, Malmö no ha escatimado en gestos a los euro-visitantes: transporte gratuito, fiestas en numerosos puntos de la ciudad, monumentos y escaparates engalanados para la ocasión. Esta pequeña ciudad, situada al sur de Suecia y a escasos minutos de Dinamarca, está cubierta de mariposas, protagonistas del logo oficial de este año, con los colores de las banderas de más de 40 países.

Los artistas participantes y sus delegaciones también lo tienen muy presente. No es extraño ver aparecer por sorpresa a artistas en liza en el Euroclub para ganarse la simpatía de los fans y la prensa. Así lo han hecho este año por ejemplo los representantes españoles, El Sueño De Morfeo, que actuarán en quinta posición en la final de este sábado, con su tema «Contigo hasta el final». Otros artistas, como la finlandesa Krista, utilizan para conquistar su simpatía y sus gestos espontáneos, como cantar (con coreografía incluida) una de las canciones ganadoras en Eurovisión del país anfitrión, Suecia, más famosas de su historia.

Sin duda, aquello de “Eurovisión ya no es lo que era” es cierto. Pero no porque haya perdido apoyo o interés. Si no porque ha crecido hasta convertirse en un evento de inmensas proporciones.

Tommy Ferraz (Malmö)

@tommyferraz