Los relojes se han adelantado una hora en la madrugada de este domingo. Así, a las 2.00 las agujas se han movido para dar las 3.00. De esta manera, entra en vigor del horario de verano, con el que se prevé ahorrar en iluminación un cinco por ciento, alrededor de 300 millones de euros.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), de los 300 millones de euros de ahorro 90 millones corresponden al potencial de los hogares españoles -seis euros por casa- y los 210 restantes se ahorrarían en los edificios del sector bancario y en la industria.
Para ahorrar energía con la iluminación, el IDAE recomienda, entre otras medidas, aprovechar lo máximo posible la luz natural, apagar la luz cuando se abandone una estancia, usar bombillas de bajo consumo y limpiar con regularidad las fuentes de luz, ya que la suciedad acumulada dificulta una correcta difusión.
El cambio horario, según los expertos, influye en el organismo aunque aseguran que hay que relativizar su impacto, porque se trata de un «pequeño jet lag».
Durante los tres o cuatro primeros días del nuevo horario estival podrá ser habitual, tal y como señala la Sociedad Española del Sueño, la sensación de cansancio a lo que se sumará una mayor dificultad para irse a la cama como consecuencia de la alteración del reloj biológico.
Los niños y los ancianos, junto con las personas que se acuestan más tarde y no suelen madrugar, serán los que más sientan este cambio.
Redacción (Agencias)