Este domingo, una hora menos

Este cambio horario tiene impactos positivos no sólo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

El cambio de hora comenzó a partir de la primera crisis del petróleo (1974) cuando algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación.

Como curiosidad, cabe destacar que el cambio de hora no siempre se ha realizado en España, ni tampoco en las mismas fechas. Durante los años de la Guerra Civil, sí se efectuaba, pero en distintos días e incluso a distintas horas, según se tratara de las zonas del bando republicano o del bando nacional.

El cambio de hora afecta más a los ancianos, a los niños y a las personas que se acuestan más tarde y no suelen madrugar.

Así lo ha asegurado el director del laboratorio de Cronobiología de la Universidadde Murcia, Juan Antonio Madrid, para quien este cambio «claro que influye» en las personas  porque es como un «pequeño jet lag«.

El adelantar una hora el reloj biológico para compensar la pérdida de sesenta minutos también repercute en el apetito. «Todavía nuestros relojes del tracto digestivo y los que regulan el apetito no se han adaptado y tenemos hambre según el horario antiguo», ha subrayado el doctor Madrid.

Que el sábado noche dure una hora menos no afectará económicamente a los pub y discotecas, según el presidente dela Federaciónde Empresarios de Salas de Fiesta, Bailes y Discotecas de España (FASYDE), Juan Martínez-Tercero, ya que esa noche «no hay un control excesivo» sobre la hora a la que cierran los locales.

Marta Sulé ( Redacción)