Son muchas las estrategias para evitar este derroche y que, además, ayudan a combatir el cambio climático. Con sencillas medidas que podemos llevar a cabo nosotros mismos podríamos ahorrar hasta 400 millones de euros al año (más de 600 euros al año por hogar)
Apagar todas las luces antes de acostarse, cubrir las rendijas para impedir la fuga de energía, usar la lavadora y el lavavajillas a plena carga o utilizar elementos de sombreado para evitar el calor (toldos, persianas, etc.), son pequeñísimas medidas con las que evitaremos hasta un 40 % estas pérdidas de energía.
También podemos ahorrar una gran cantidad de energía apagando la pantalla del ordenador cuando no lo vayamos a utilizar durante cortos periodos, sin olvidar que los salvapantallas de color negro son los que menos energía consumen.
Los aparatos en standby, los que se dejan con el piloto rojo encendido, gastan más del 5% de la energía eléctrica que se consume en casa.
Pero desde luego, el electrodoméstico que más consume en casa es el frigorífico, puesto que permanece encendido 24 horas. Comprobar que está bien cerrado, así como comprar un frigorífico de clase A++ cuando haya que renovarlo son sencillas medidas que pueden hacernos ahorrar más de 400 euros al año.
Redacción (Agencias)
