La artista se sincera sobre su relación con la fama, la música y su esperada vuelta a los escenarios.
Ariana Grande vuelve a estar en todas partes. Con el estreno de Wicked: Parte II, su rostro domina la cartelera y su nombre vuelve a arrasar en redes. Aunque su carrera nunca ha abandonado los focos, retomar el papel que le valió una nominación al Óscar la ha colocado, una vez más, en el centro de todas las conversaciones.
Después de meses inmersa en el cine, la artista de Florida protagonizó una charla tan íntima como divertida con Nicole Kidman para Interview. Allí habló sin tapujos sobre fama, salud emocional y su reconciliación con la música y las giras.
Una gira diferente: 45 fechas y un enfoque más sano
En esa conversación, Grande confirmó que ya prepara una gira de 45 conciertos, pero con una mentalidad muy distinta a la del pasado. “He pasado mucho tiempo rehaciendo mi sistema en lo que se refiere a hacer música”, confesó. Con Eternal Sunshine, dijo, vivió un proceso creativo completamente nuevo.
La cantante recordó cómo llegó a ofrecer 101 conciertos durante su Sweetener World Tour y cómo aquel ritmo dejó huella: “Alejarme me ayudó a recuperar partes de mí y a poner ciertos sentimientos sobre la fama en su sitio”.
Gracias a su experiencia interpretando a Glinda, Ariana asegura haber recuperado fuerzas y claridad: “He ido dando pequeños pasos hacia sanar mi relación con la música y las giras”.
Gratitud, perspectiva y un futuro que ilusiona
La artista reconoce que esos “traumas” que cargaba durante años empiezan a disiparse. Aclara que siempre ha estado agradecida por poder dedicarse a lo que ama, pero admite que “no esperaba ciertas partes de ello”.
Ahora, Ariana ve su pasado con distancia y afronta lo que viene con calma y entusiasmo. Mientras tanto, sus fans siguen en vilo, esperando más detalles de esa gira que promete marcar un antes y un después en su carrera.
Redacción (Agencias).
